Hoy en día no basta estar trabajando en un buen trabajo. Para surgir en este competitivo mundo es necesario tener un plan de administración de carrera muy claro que nos indique si vamos en la dirección correcta y cuestionarlo cada año.
Un buen comienzo es hacerse las siguientes preguntas:
¿Mi trabajo actual me reta? ¿Disfruto lo que hago?
¿Cómo me gustaría que fuera mi vida personal, estoy contento con la que tengo actualmente?
¿En qué situación me gustaría estar en 5, 10, 15 años?
¿Qué tipos de trabajo me gustan, en qué ambientes me desarrollo mejor?
¿Las personas con las que trabajo me hacen sentir bien?
¿Cuáles son mis destrezas más destacadas?
Son algunas preguntas de auto análisis que buscan validar o cuestionar nuestro trabajo actual. No digo que haya que cambiarlo, y menos en estos tiempos, sino que identifiquemos si realmente nos apasiona y si no lo hace, encontrar el porqué, tratar de modificar nuestros hábitos o comportamientos para que lo haga e inclusive logremos el tan esperado ascenso y si no, sólo en ese caso, ver en el mercado otras opciones.
Una manera de identificar lo anterior es mirarse a si mismo, conocer que es lo que nos distingue, qué es lo que más valoramos, qué nos hace sentir felices. Luego de ello, preguntar a los demás qué nos caracteriza, quizá una rápida descripción, que tipo de trabajo sería el ideal para nosotros, y finalmente hay también herramientas psicológicas de evaluación para validar lo anterior.
Jack Welch, Ex CEO de General Electric y nombrado por la revista Fortune como el mejor gerente de todos los tiempos, nos dice que es posible acelerar la progresión de nuestra carrera para llegar de manera más rápida al objetivo que deseamos. Para ello recomienda su método 10-10-10, que no es más que el proceso de considerar sistemáticamente las consecuencias de una decisión a lo largo de los siguientes 10 minutos, 10 meses y 10 años.
Recomienda cuestionarse si el trabajo nos permite trabajar con aquellos que comparten nuestra forma de ver la vida, o debemos asumir una personalidad distinta para trabajar durante el día. Nuestra motivación, nuestra satisfacción laboral, dependerá en gran medida del nivel de compenetración (valores, comportamientos, características personales) con aquellos a quienes vemos por más de 8 o 12 horas cada día.
Otro punto importante que recomienda es identificar si el actual trabajo nos reta, nos hace pensar cada día más, logra sacar lo mejor de nosotros o nos emociona cuando lo hacemos bien.
コメント