Antes de hablar sobre el buen humor, busqué en Wikipedia cual es su significado y entre otras cosas dice que es una forma de entretenimiento y de comunicación humana, que tiene la intención de hacer que la gente no sea infeliz y ría. Y esa es justamente la razón por la cual me interesa escribir hoy sobre el buen humor. Porque es una herramienta que nos ayuda a pasarla bien, a distraer las preocupaciones legítimas que todos tenemos en algún momento.
Muchos dicen que se nace con buen humor, pero mi experiencia personal me indica lo contrario, y es que uno puede modificar su carácter no sólo para tener buen humor sino para darlo a los demás.
Nicolás Zerbino, uno de los sobrevivientes del accidente aéreo en la cordillera andina, en la que se salvaron de milagro 30 personas luego de varias semanas varados en los montes, nos cuenta: “En el accidente, había momentos en que lo más importante era el sentido del humor. Es una forma de liberar tensiones y energía muy necesaria. En la cordillera, cuando has perdido amigos y familiares, cuando la muerte te acecha constantemente, reír pareciera una frivolidad. Sin embargo, puede ser justamente lo opuesto, puede ser la cumbre del genio humano que en un intervalo humilde y valeroso, colocado frente al doble espejo de su nimiedad y dignidad, adquiere nueva perspectiva y encuentra una salida de evacuación por donde liberar pensamientos y sentimientos contenidos. Cuanto más pronunciada resulte la cuesta, cuanto más aguda y prolongada resulte la crisis, cuánto más lúgubre y largo se divise el túnel, hagan buen aprovisionamiento de la magia del humor, y ríanse de los demás, con los demás y sobretodo de ustedes mismos.”
El caso de Victor Frankl por ejemplo, fue similar. Fue uno de los pocos sobrevivientes del holocausto, le tocó estar en los peores campos de concentración, vivir los peores castigos que un ser humano puede imaginar y sin embargo, sobrevivió. Nadie daba un dólar por él, especialmente después de que muchos de sus compañeros se “lesionaran” fatalmente o desistieran de pelear. El porfió, perseveró con voluntad e inteligencia, y ganó el partido de su vida. De ese match han quedado cristalinas algunos pensamientos sobresalientes, entre otros su canto al humor. “El humor es otra de las armas con las que el alma lucha por su supervivencia” ¿De qué va la pelea? ¿Cuál es el premio? Sobrevivir….o morir, dicho de forma hamletiana. ¿Quién dirige la contienda? Ni los riñones n los músculos, ni la cabeza, es el alma quien se sitúa en el corazón de frente. ¿Armas a utilizar? Dado lo que está en juego, todas las del polvorín humano. Astucia, tesón, estrategia, prudencia, coraje…y humor, mucho humor para aderezar una comida vomitiva. El humor no es complemento accidental para la batalla, es instrumento esencial para la misma. El humor puede proporcionar el distanciamiento necesario para sobreponerse a cualquier situación, aunque no sea más que por unos segundos.
No vale la pena deprimirse, disfruta y ríe la vida. “Ésta es demasiado seria como para tomársela en serio, de ahí que el humor sea una muleta imprescindible.” Si bien es cierto todos tenemos problemas en nuestra vida, el arte está en como afrontarlos.
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