Gracias, una palabra muy usada y a la vez devaluada últimamente. Se usa como una muletilla, sin darse cuenta su verdadero valor.
Me pregunto a veces si agradezco por lo que tengo. El hecho de hacerlo, ya es un buen ejercicio, todas las noches, pensar en las cosas buenas que nos hayan pasado, nos ayuda a enfocarnos en lo bueno. ¿Quién no tiene problemas? ¿Quién no la pasa mal? Este video que me enviaron hace poco, me ayudó a darme cuenta de que puedo pensar que estoy mal, pero a lo mejor me ahogo en un vaso de agua, mientras otros nadan a brazo partido por un temporal.
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