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¿Por qué son importantes las virtudes?


Por mi trabajo, me toca asistir continuamente a congresos y seminarios de management, negocios, etc, y veo con cierta hilaridad que los temas más actuales y discutidos: liderazgo, time management, toma de decisiones, ética, etc. se aplican perfectamente a vivir una vida llena de virtudes, algo tan simple como eso. Es el principal secreto para triunfar en la vida. No hay mas reglas de oro para triunfar. Me parece increíble como hay tantos pseudo gurús que se hacen millonarios vendiendo libros con los “secretos para triunfar en la vida”.

Hace pocos días, en un congreso de Gestión Humana, el decano de una de las Escuelas de Negocios mas prestigiosas del país decía que todas estas escuelas “venden” que pueden convertir líderes que el mundo empresarial necesita. Y les preguntaría, como así? Creen que porque los lanzan de un paracaídas o los hacen caminar unos segundos sobre brasas calientes, los convierten en líderes? No señores, la cosa no es tan fácil. Cómo aseguran que forman líderes, si ninguna de ellas hace un estudio serio post maestría de cuales fueron los resultados de los alumnos antes de ingresar, y luego después de unos meses que resultados obtuvieron. No se miden logros ni comportamientos. Es imposible saberlo, y no lo hacen porque la verdad es que un líder no se forma de esa manera. Para ser líder se necesita cultivar una serie de virtudes como la generosidad para tomar muy en cuenta a los demás, la amistad, la comprensión, el optimismo, etc. 

Lo mismo pasa con el resto de competencias o habilidades que el ser humano necesita para triunfar en la vida. Todas ellas se cultivan a través de las virtudes. Y las empresas, y los gurús, y las revistas de negocio se están dando cuenta de ello. El cultivarlas una a una, nos hace triunfar en la vida, el vivirlas heroicamente nos hace ser santos, y al decir santos, no me refiero a esas estatuas de los frailes del medioevo que se daban de latigazos, los santos de hoy en día son personas comunes y corrientes, empresarios, campesinos, amas de casa, ejecutivas, jóvenes, que buscan hacer las cosas bien y a través de ello le dan un sentido sobrenatural a su vida, le dan una trascendencia que va mas allá de esta vida, y que al final, es lo único que importa. 

¿Y como empezar a cultivarlas? ¿Cuáles son las más importantes? Algunas de ellas son el orden, la perseverancia, la laboriosidad, la justicia, la generosidad, la responsabilidad, sobriedad, paciencia, pudor, amistad, prudencia, comprensión, optimismo, fortaleza, entre muchas otras. Un breve resumen lo pueden encontrar en un artículo que escribí hace unos meses: http://ideasvida.wordpress.com/2006/06/17/las-virtudes-que-son-y-para-que-sirven/ Un excelente modelo para empezar a vivir las virtudes es conocerlas y saber como aplicar cada una. La información para ello la pueden encontrar en: http://www.encuentra.com/seccion.php?f_doc=53&f_tipo_doc=6

Ya lo dice Alvarez de Mon en su libro sobre liderazgo: “Sospecho que son muchas y variopintas las incompetencias inconsistentes del hiperactivo management de hoy. Si un directivo, en su reunión de trabajo con los jefes y colegas y/o clientes, no sabe de finanzas, contabilidad, o de un complicado aspecto técnico, salvo que sea un insensato temerario, guardará un discreto silencio. Si el tema le afecta negativamente en su carrera y crecimiento intelectual, anotada su deficiencia aplicará su energía y capacidad de estudio para subsanarla. Sin embargo, en la dirección y coordinación de gente libre y dispar ¿Cómo superar una discapacidad que no se ha diagnosticado? ¿Cómo corregir una tendencia enfermiza que no se ha identificado? ¿Cómo enmendar un yerro que va camino a enquistarse?

Un directivo convoca a su equipo de colaboradores para venderles la bondad de un cambio que nadie entiende. Mientras el “sobón” de turno alaba su discurso, un porcentaje sensible de la estructura directiva empieza a mirar en una dirección donde los caminos y trayectorias vitales acaban divergiendo. ¿Es conciente nuestro directivo del vacío existente entre él y su equipo? ¿Es conocedor del abismo que los separa? ¿Sabe que muchos de ellos tienen ya una entrevista concertada con el head hunter de turno? Duele saber que no se conoce lo que se creía saber, pero curte, cura y sienta las bases de un dominio futuro. ¿Ha detenido su lectura, ha buscado una charla amiga que le ayude a definir y ponderar en su medida una incompetencia inconciente? ¿Siente recelo y resistencia en reconocerla? ¿Tiene miedo a hacer el ridículo? ¿Siente pereza para subsanarla, intuye que le llevará tiempo y esfuerzo? ¿Asume gustoso el costo en el que incurre toda persona que desea fervientemente progresar? El mero hecho de formularse estas preguntas ya es un ejercicio de honestidad y sencillez.”

Y es que como acabamos de leer, muchas veces no nos damos cuenta que nos faltan adquirir muchas de las competencias, habilidades y virtudes que nos harán la vida mas provechosa. Nunca nos lo hemos planteado con seriedad. Y cuando lo hacemos, no hay continuidad. No es fácil adquirir las virtudes. La perseverancia es muy importante para estos casos. Uno suele empezar con muchas ganas, pero el cansancio y la desmotivación nos juegan sucio. Por eso hay que contar con ello, pero seguir.

Para avanzar hay que retroceder! Ya que esos contratiempos forman parte del peaje. No se puede erradicar un hábito enquistado durante años en días ni desprenderse de viejos vicios arraigados en cuestión de unos pocos intentos. Para aprender hay que desaprender. Siguiendo un viejo cuento zen, si no vacía su copa, no puedo echar mas agua. Muchas veces la nuestra está llena de agua sucia y contaminada y la única forma será vaciarla para aprovecharla.

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