¿Se sacó la lotería?, Creo que no. Comparto 5 lecciones que podemos aprender del tenista que ayer ha hecho historia en el Abierto de Australia:
Fortaleza mental: sin duda, su principal golpe. Siempre es capaz de dar lo mejor en los momentos más difíciles. Declaró luego del partido: «Ha sido la mayor remontada de mi carrera, sobre todo si analizamos el momento y el escenario. La situación era crítica con 3-2 y 0-40 en el tercer set. Lo normal era perder 3-0, pero me repetía a mí mismo que había perdido muchas veces aquí con muchas opciones y quería seguir creyendo hasta el final.” Jugando con un adversario 10 años menor que él, luego de casi 3 horas, y sabiendo que nadie había remontado un 0-2 adverso en una final del torneo desde que lo hiciera Roy Emerson en 1965, no se dio por vencido. En lugar de ahogarse, encontró razones para salir fortalecido. ¿Entonces, no tenía miedo de perder? No lo creo, no es un robot. Simplemente siguió dando su mejor versión. No elevó el error a la categoría de descalificación personal. Si fallaba una bola, pensaba en la próxima, utilizando la concentración como arma. Muy pocos en el circuito luchan como él cuando están contra las cuerdas. Rafa sabe bien que al final, solo gana los partidos que mentalmente gana.
Talento: Cada persona nace con un talento diferente. La clave está en elegir una profesión y luego un trabajo que permita desarrollarlo al máximo. Nadal tenía un swing que fue descubierto por su tío Tony desde los 3 años. Estaba allí pero era necesario entrenarlo para que aflore con fuerza. A la vez tiene una derecha contundente, rápida reacción que le permite subir a la net y ser una pared y una rapidez que le permite llegar a todas las bolas. Pero también tiene debilidades, lesiones en la muñeca y el pie, no es muy alto y no tiene la técnica de Federer, pero en lugar de inventarse al jugador que no es , de la mano de su entrenador de turno, Tony por muchos años, sabe explotar su talento, sus fortalezas.
Perseverancia en el trabajo: Dijo ayer. «Es increíble verme aquí con el trofeo porque hace un mes y medio no sabía si volvería a jugar al tenis». Sufre de una lesión grave en el pie. ¿Cómo resistió? En esta vida no hay lonche gratis. Los resultados del éxito son hijos de la disciplina, de trabajar mucho y bien y del esfuerzo constante. De hacer las cosas ordinarias, de manera extraordinaria. Nada es gratuito, Nadal lo sabe y tuvo que entrenar mucho para volver a su nivel con esa desventaja. Las cosas buenas les pasan a los que se matan por conseguirlas.
Confianza: La suerte se suele aparecer a los que han hecho sus tareas antes. Ya en pleno partido, solo queda disfrutarlo. El resto ocurirá, y si no, no era el momento. El nerviosismo, la angustia, la impaciencia, nos precipitan muchas veces a decisiones que luego nos pasarán factura. Si Rafa pierde la confianza en su juego, éste cambia. Si en cambio juega con soltura, con la confianza de saber que se ha entrenado años jugando así, sabe que sus posibilidades de ganar aumentan exponencialmente.
Humildad: Antes de llegar a ser el tenista más ganador de la historia, hay que trabajar valores como la humildad para tener raíces sólidas para afrontar el éxito. La victoria y derrota pasan con naturalidad, como la vida misma. Sabe que un día puede estar en la cima y al día siguiente en el sótano. Escucho sus declaraciones de hoy y compruebo que no es un divo, sabe bien de donde viene y hacia donde va. Un ejemplo: nadie verá a Rafa tirar una raqueta al suelo. Sabe lo caras que son y que mucha gente no puede permitírselas.
En un momento tan duro para muchos como el actual, el mensaje de Rafa es claro: no importan las condiciones, no importa el rival, no sirven las quejas, hay que seguir. Las dificultades están ahí para superarlas: las vences o te vencen. Un ejemplo de lucha, ahora más que nunca, para nosotros. Cuanta falta nos hace imitarlo. Se imaginan si los profesionales o los políticos, actuáramos así … nuestra realidad sería otra.
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