Escuché esta frase en una clase hace algún tiempo y se me quedó grabada, más aun ahora que en el Perú próximamente estaremos eligiendo al Presidente. Y es que tiene mucho sentido. A título personal, creo que el principal problema hoy en día es el ineficiente sistema de educación de la gran mayoría de peruanos, que a su vez incluye su formación humana. Si desde niños no formamos gente con conocimientos técnicos, habilidades y valores, que podemos pedirles cuando sean grandes. ¿Qué criterios tomarán en cuenta para elegir al candidato ideal? Dicen que cada país tiene el presidente que se merece. A Dios gracias, en los últimos años el Perú ha sabido escoger bien a su presidente, pero es también cierto que es un país en el que un candidato puede ascender de estar en el último puesto al primero en pocas semanas, y sin ningún sustento.
Esto tiene mucho que ver con la visión a largo plazo como país. Pero la visión del país debe estar estrechamente relacionada con la visión de aquellos que lo forman. Y la visión de cada uno debe estar relacionada a la respuesta a una pregunta de largo plazo: ¿Cómo veo mi vida? ¿Qué quiero de ella?. Stone Sander decía que la respuesta a la misma apunta tanto a un futuro prometedor como a un pasado por mejorar. Al mismo tiempo se entrega generosamente al presente.
Entre los conocimientos técnicos, las habilidades y los valores, acaso el más urgente por adquirir en una sociedad como la nuestra son los valores y la formación del carácter. Santiago Alvarez decía que para viajar de la prédica al compromiso real, carácter es la pieza más valiosa de nuestro equipaje, es la que traza finalmente la frontera entre los que hacen algo transformando la realidad y los que despotrican y se quejan de todo. Para un viaje largo e incierto que empieza con un pequeño paso, un carácter íntegro, perseverante, honrado y paciente es imprescindible.
Quizá un buen ejercicio para todos los candidatos a la presidencia podría ser el preguntarse y repreguntarse cuales son los temas de fondo para una visión a largo plazo, (el arte de aprender tiene mucho que ver con la capacidad de formular preguntas inteligentes), no creo que sean el corregir la delincuencia, el narcotráfico, bajar impuestos, o elevar los salarios, todos ellos son el remedio a los problemas. Sería más inteligente el tratar de no causarlos más que enfocarse en resolverlos.
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