“Es muy afortunado quien se ha casado con la mujer a quien amaba pero lo es más quien ama a la mujer con quien está casado.” Anónimo
En esta edición he querido escribir sobre un tema que pasa en todos los matrimonios que es la crisis y el enfoque que hay que darle para superarla. Nadie está libre de eso. A veces dura más, a veces pasa inadvertida, pero como tenemos la seguridad de que pasará y no una sino varias veces, es mejor estar preparados, y es justamente por ello que me dediqué a buscar las opiniones de los expertos al respecto.
Al momento de casarnos todos vivimos de alguna manera con la siguiente ilusión: “Me caso con la mujer perfecta!”, ya que en el noviazgo tratamos de mostrar nuestro mejor lado, vivimos el “romance”. Pero una vez casados nos damos cuenta que la mujer o el hombre ideal no existen!
Luego viene la vida de casados, pasan los años, y es necesario aprender a amarse en el día a día. Se puede pero exige esfuerzo y a veces en cantidades industriales. “No la/lo entiendo!” es lógico porque muchas cosas nunca las vamos a entender, somos diferentes. No vale encapricharse en que el otro sea como yo quiero. Quizá el truco está en esperar del otro lo que pueda dar y no lo que me gustaría recibir.
Es curioso ver como a las virtudes del otro nos acostumbramos rápido, ¿pero a los defectos? Acá el tema es amar a la otra persona con todo, carne, hueso y pellejo, ya que vienen juntos. Esto no impide que con cariño, comprensión y paciencia, le ayudemos a corregir, sin ponernos rígidos, exigentes y sin la manía de tratar de cambiarle. De igual manera, es necesario que uno trate de corregir sus propios defectos.
¿Cuando hay amor, lo demás no importa…?
Existe una creencia tan falsa como incongruente según la cual, cuando el amor existe, no deberían presentarse dificultades ni obstáculos. De esta forma, cuando llegan los conflictos, se interpreta que el amor está perdiendo fuerza y calidad. Entonces, valdría la pena preguntarse, ¿Un conflicto es signo de falta de amor, o una llamada para hacerlo madurar, para quererse más y mejor? Es lo mismo que pasa con la crisis económica de este año, algunos la ven como una debacle y otros como una oportunidad para salir adelante.
No hay que dejarle todo el trabajo al sentimiento. En estos casos es necesario tomar en cuenta también la razón. Un tandem imparable es aquel conformado por una lógica sensible y un corazón inteligente.
Según Antonio Vásquez, experto español en crisis matrimoniales, explica en su libro: El matrimonio y los días, que las causas recurrentes del fracaso matrimonial son las siguientes:
• Quien se casa considerando el matrimonio desde la perspectiva del yo, se sale de la pista ya desde el punto de partida. La pregunta no es: ¿Cuánto me puedo beneficiar, sino cuanto puedo dar en el matrimonio.?
• La falta de auténtico conocimiento recíproco. Al comienzo es un flash que se apaga rápido, con la convivencia la tendencia a idealizar al otro disminuye.
• Las expectativas exageradas: esperar demasiado del matrimonio, en lugar de ir a él para entregarse. Se pretende que el cónyuge sea perfecto, o a eternizar momentos de los primeros días del enamoramiento.
• No encontrar tiempo para estar juntos
• Mal carácter de cada uno, que no se quiere reconocer, controlar o mejorar
• Falta de comunicación
• Ausencia de donación en el acto conyugal
• Rutina
• La reducción del amor a mero sentimiento y la aplicación de esa idea al matrimonio, en la medida que siento, amo.
• Intervención constante de terceros en el hogar (padres, parientes, amigos)
• Dificultades económicas
• Medios de comunicación que transmiten antivalores (telenovelas) que hacen que lo malo parezca algo normal y aceptado por la sociedad.
Por otro lado, según Tomás Melendo, otro de los más celebres expositores sobre temas de matrimonio, en su libro “Y vivieron felices” cita algunas conductas que hacen muy difícil mantener el amor:
• La soberbia y el orgullo: son el origen de casi todos los defectos, del mismo modo que la humildad y la sencillez, son el fundamento de casi todas las cualidades.
• Cuando se vive sin reglas ni principios. Cuando todo es cuestionable.
• El descuido permanente y sistemático de lo pequeño
Para corregirlas, es importante previamente tomar conciencia de que es lo que está originando estas conductas, y quien mejor que el gran psicólogo español Enrique Rojas para comentar los principales errores acerca del amor. Según él son los siguientes:
• Pensar que es suficiente con estar enamorado, es sólo el empujón, pero el amor es como un fuego, que hay que avivarlo día a día, sino se apaga.
• Es de gran inmadurez pensar que una vez que dos personas deciden compartir su vida todo irá viento en popa. Es decir, ignorar que existen crisis de pareja
• No conocerse a uno mismo antes que a la pareja.
La próxima semana continuo con la segunda parte de este artículo.
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