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Un matrimonio feliz y para siempre, ¿Cuál es la clave?


Esta semana tuve la suerte de asistir a una Conferencia cuyo tema principal fue “Un matrimonio feliz y para siempre, ¿Cuál es la clave?”. Un título bastante sugerente y que me hubiese parecido uno más del montón, sin embargo, al enterarme de que lo dictaba Tomás Melendo, no dudé en asistir. El Dr. Melendo es Doctor en Filosofía, Master y Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Navarra. Experto conferencista a nivel mundial sobre temas de familia. Era su primera vez en el Perú. A continuación un resumen de su conferencia.

 Uno de los temas que más me llamó la atención de su exposición es que uno tiene tiempo para aquello que le da importancia, y si no es así, claramente hay algo que está caminando mal en el día a día. Me vino como anillo al dedo, en estos tiempos en los que reconozco que por la empresa he descuidado mis labores en la casa. Cuando tenemos más trabajo es cuando tenemos que tener nuestra escala de valores más clara. Y es que aquello a lo que uno le presta atención es lo que se multiplica. Obviamente en tiempos de crisis, la empresa también necesita una atención y un esfuerzo especial. Es cuestión de encontrar un equilibrio.

 ¿Cómo hacer para amar más a tu esposa, con grandes discursos? No, con el trato más cariñoso del día a día. Una buena sugerencia es descubrir sólo lo positivo que hay en nuestras esposas por un mes.

 La fidelidad no es conservar el amor de novios, es empeñarse en amar cada día un poco más al otro y se concreta en cada día tener un detalle especial, aunque sea pequeño, de cariño. Muchos se ilusionan con el amor de enamorados y piensan que al casarse la mecha estará igual de prendida, y la verdad, los que estamos casados lo sabemos, es que no es así. El amor madura, ya no ves estrellitas, sin embargo, es un amor que da paso al cerebro y no se centra únicamente en el corazón, en el feeling del momento, pero no por ello disminuye, al contrario, madura y crece. El matrimonio es el inicio de un gran amor, no el final, como muchos piensan.

 Mencionaba también Tomás Melendo, que el amor no es siempre dulce, es a veces recio, lo que importa es que ambos crezcan. Se puede medir la capacidad de amar a tu familia en la medida que la hagas sufrir siempre y cuando este sufrimiento sea por su bien. Un amor es verdadero cuando busca el bien del otro. Lo importante es que el otro quiera sacar de ti, tu mejor tu.

 Finalmente, concluyó que la clave para que un matrimonio sea feliz es obsesionarse en hacer feliz al otro. Dedicar toda la energía a amar a la otra persona. Para eso lo primero que hay que hacer es capacitarse para amar de esa manera, leyendo libros adecuados, poniéndose metas concretas y claras sobre detalles de cariño, y sobre todo haciendo un seguimiento de las mismas cada semana, para que no sean flor de un día.

 Otras recomendaciones finales que dio:

  1. Poner el bien de los demás por delante del mío.

  2. Construir entre ambos un amor de más kilates “No sabrás todo lo que valgo hasta que pueda dar junto a ti todo lo que soy.”

  3. Aprender a disfrutar al máximo las cosas del matrimonio (disfrutar haciendo el bien)

  4. En el plano humano lo más importante de mi vida es orientar el amor hacia mi esposa.

  5. Abrirse a las consecuencias maravillosas del amor, no tener miedo a quererse cada día más.

  6. Ser siempre novios, en el sentido de mantener los detalles que uno tenía cuando era novio.

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